Antigüedad

La opinión popular de la gente que revela la voluntad de Dios y debe obedecerse ya aparece en textos griegos, como que lo rumores provienen de Zeus y son un Dios ellos mismo, llegando a decir Séneca “sagrada es la lengua del pueblo”.

Posteriormente ha sido un proverbio que ha ido tomando fuerza y hasta Maquiavelo, en el “Discurso sobre Tito Livio”, se refiere al tema en su Capítulo 58 al titularlo “La multitud es más sabia y constante que el príncipe”, dando allí sus argumentos a favor.

Luego, a través del tiempo, esa frase se ha ido repitiendo y ya forma parte del inconsciente colectivo, despojada de su parte religiosa, pero con la fuerza que implica la determinación de la voluntad popular.